Las arcas de los siglos xiv y xv presentan con toda la variedad y fineza de la ornamentación de la época ojival, los escudos de armas, emblemas, divisas e inscripciones. Ya en este tiempo, tampoco están ferradas las arcas tan sólidamente como antes, llevando cerraduras delicadamente trabajadas.
La mayor parte de estas arcas, decoradas tan artísticamente, son las denominadas arcas de novia que el esposo enviaba llena de joyas a su prometida la víspera de las bodas. En España, especialmente en Cataluña, se conservan preciosos ejemplares de arcas de novia esculpidas, doradas y pintadas por dentro y por fuera, y otras veces solamente esculpidas.
Las arcas correspondientes al gusto ojival florido que predominó en el siglo xv, presentan en sus tres paramentos exteriores que se ofrecían cuando el arca estaba arrimada a la pared para servir de banco, las variadísimas combinaciones de las tracerías ojivales formando arcadas, rosetones, lóbulos, etc.
Fueron tan varios los usos que durante la Edad media se dieron a los arcones, que los arqueólogos han creído conveniente hacer de ellos la siguiente clasificación.
1° Arcones funerarios o sarcófagos: Traen su origen desde la antigüedad clásica, y como su nombre indica, son verdaderos ataúdes. El que sirvió para contener el cuerpo de San Isidro, que se conserva en la parroquia de San Andrés en Madrid, y el cofre que contiene los restos de la infanta Doña Urraca, conservado en la catedral de Palencia, pertenecen a este género.
2° Arcones gazofiláceos: Servían para guardar los candeleros, cálices, turíbulos, capas de coro, ternos y otras prendas sacerdotales, como también los libros sagrados de rezo. Esta clase de arcones, usados en las iglesias, fueron sustituidos por cajones que hoy se conservan en las sacristías de las catedrales.
3° Arcones archivos: Durante la Edad Media, en los archivos, tanto eclesiásticos como de los seglares, se distribuían los documentos por arcas o arcones, constando así en los inventarios. Semejante costumbre se explica teniendo en cuenta que la movilidad de la nobleza y aun de la corte en aquellos tiempos, obligaba a que se condujeran guardados en arcas los documentos, libros y registros al cargo de los secretarios reales y los cancilleres de la corona. En la casa del Infantado se conserva aún el archivo en la ferina indicada.
4° Arcones tesoros: Estos son las huchas cuya antigüedad y uso frecuente queda indicado.
5° Arcones ofrendados: Eran los que se destinaban a contener ofrendas o presentes enviados por los magnates a los reyes o por éstos a los súbditos; a este mismo género corresponden las arcas de novia de que queda hecha mención.
6° Arcones armeros: Eran los usados por los hidalgos menores de la Edad Media para guardar sus armas, que por ser éstas en pequeño numero no podían ocupar con ellas, como en los castillos señoriales, una sala de armas.
7° Arcones trojes: Estos, cuyo uso se ha conservado hasta nuestros días, eran los empleados en las casas de labranza, en las posadas, ventas y mesones para depositar los granos del gasto diario.
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