Variaciones históricas del símbolo de la B

En la imposibilidad de reseñar todas las variantes que en estos diversos alfabetos experimentó la B, daremos solamente idea de algunas de las más notables.

En los alfabetos asiáticos las transformaciones del beth, (excepto en el alefato hebraico cuadrado) tienden todas a facilitar el trazado de esta letra haciéndola más cursiva.

Esta misma tendencia a las formas cursivas se advierte en la escritura cartaginesa, en la cual además se observa que tanto llegó a simplificarse el trazado, que en los monumentos del último período de la historia de aquella república africana quedó reducido el beth a una sola línea ligeramente curvilínea.

Muy diferente en su figura, aunque esta sea derivada del beth fenicio, es la B de los alfabetos helénicos, itálicos e ibéricos, hallándose constituida por dos triángulos o por dos semicírculos que apoyan respectivamente su base o su diámetro sobre las dos mitades de una línea vertical. Esta B de doble cuerpo o panza aparece ya en los monumentos más antiguos de la epigrafía griega formando parte del alfabeto a que una tradición histórica no del todo comprobada ha dado el nombre de Cadmeo.

Atribuyen algunos arqueólogos esta figura a la necesidad en que los griegos se encontraron de distinguir la betha de la delta cuya figura triangular se modificaba frecuentemente en la primitiva escritura helénica, prolongándose su lado derecho y quedando en forma semejante a la del beth fenicio.

La alteración de esta letra consistió solamente en que se cerró su extremidad inferior, en forma análoga a la que presentaba la superior. En esta primitiva escritura griega, que era boustrofedona, la B se escribía ya de derecha a izquierda, tal como se derivó de la escritura fenicia, ya de izquierda a derecha, según lo exigiera la dirección de las líneas. Cuando desapareció esta escritura boustrofedona y los griegos adoptaron la costumbre de escribir constantemente de izquierda a derecha, quedó solamente la segunda de las formas de B que hemos descrito.

La B, que primeramente sólo había tenido una forma en la escritura griega, adoptó tres: la capital, la uncial y la minúscula, estas dos sucesivamente derivadas de aquélla, ya redondeando sus trazos, ya suprimiendo algunos.

De estas BB del alfabeto griego se derivaron la ulfilana, usada por los godos, la copta de Egipto y la rusa.

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