Utilidad y aplicaciones de las algas

Las algas desempeñan un papel muy importante en el mundo físico.

A causa de descomponer, bajo la influencia de la luz, el ácido carbónico, desprendiendo oxígeno, constituyen uno de los focos más importantes de este gas en las aguas de los mares, contribuyendo así al sostenimiento de la población animal acuática, que necesita de este oxígeno disuelto en el agua para respirar; sirven asimismo de abundante alimento a muchos de los citados habitantes de las aguas, así como también para sostén y albergue de sus nidos, a la manera que las plantas terrestres sirven de albergue a muchos de los animales que viven al aire libre.

Hay algas que son comestibles para el hombre por las féculas y materias nitrogenadas que contienen sus células y acaso también por la materia gelatinosa intercelular; otras tienen propiedades terapéuticas; el musgo de Córcega y la Coralina son excelentes antihelmínticos; otras son emolientes y analépticas; muchas son muy importantes por el iodo que contienen, por lo cual no se usan solamente en Medicina, para combatir la pelagra y el escrofulismo, sino para obtener el mencionado iodo.

En muchos sitios próximos a las aguas donde las algas abundan, las utilizan para cubrir las chozas y las casas, como hacen en Suecia con el Fucus veskulosus; en otros países aprovechan algunas, como el teudo, para cuerdas de mucha resistencia; por último, hay muchas algas cuyo tejido, un tanto fibroso, puede servir para la fabricación de papel, y en fin para camas de los ganados y para rellenar los jergones de la gente pobre de las costas.

Pero la principal aplicación de las algas es como abono.

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