Se usa como purgante, sobre todo en los casos que exigen el empleo prolongado de medicamentos de esta clase, porque no perturba las funciones digestivas, ni debilita a los enfermos con abundantes evacuaciones acuosas. Se usa como revulsivo intestinal en los afectos del cerebro y de la médula, y para restablecer las hemorragias hemorroidales periódicas en los sujetos que, padeciéndolas habitualmente, sufren cuando no se presentan.
A dosis pequeñas de 3 a 5 centigramos, se usa como tónico y estomacal. Es muy común su uso unido al hierro como emenagogo. El embarazo contraindica su administración.
Entre las preparaciones oficinales de este medicamento deben citarse el acíbar en polvo como purgante a la dosis de 1 decigramo a 1 gramo 3 aun más; como aperitivo de 5 centigramos a 1 decigramo, y como estomacal de 1 a 5 centigramos: el extracto de acíbar; la tintura alcohólica de amber; tintura alcohólica de acíbar compuesta, elixir de propiedad, que contiene acíbar y mirra, azafrán y alcohol; la tintura alcohólica de acíbar y ruibarbo, elixir de larga vida, que contiene acíbar, raíz de genciana, ruibarbo, zedoaria, azafrán, agárico blanco y electuario triacal magno; píldoras de Morisson (acíbar, jalapa, extracto alcohólico de coloquíntida y gutagamba); píldoras de Frank (acíbar y jalapa, ruibarbo y jarabe de ajenjo); píldoras benedictas de Fuller que se componen de acíbar, polvo de sen, polvo de asafétida, gálvano y mirra, sulfato ferroso, mecías en polvo, azafrán, aceite pirogenado de encino y jarabe de artemisa.
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