Usos del alcohol

El alcohol etílico, no anhidro sino con cantidades variables de agua, tiene una inmensa importancia comercial por sus numerosas aplicaciones industriales.

Además de los muchos usos que en Química tiene, se aplica, en grande, para disolver muchos principios inmediatos de animales y vegetales; sirve para la fabricación de barnices, del reciclo acético, y del éter; para preparar tinturas, extractos, licores aromáticos, disoluciones de perfumes, para conservar las piezas anatómicas y las plantas, para preparar los álcalis puros, los jabones transparentes y como medio de calefacción, como disolvente de muchas esencias y carburos cuya disolución sirve para el alumbrado y en fin, como base para la fabricación de los líquidos o bebidas llamadas espirituosas.

Los aguardientes son disoluciones que contienen hasta un 59 por 100 de su volumen de alcohol etílico. Las disoluciones alcohólicas aun más concentradas reciben el nombre de espíritus y sirven para alcoholizar diferentes bebidas, para preparar los licores por maceración simple, o por maceración seguida de destilación, para efectuar preparaciones de ciertos frutos y para otra multitud de usos semejantes.

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