Usos del agua oxigenada

El bióxido de hidrógeno ha sido empleado con éxito, según el consejo de Thenard, para blanquear los cuadros: en este caso, actúa, transformando, por el oxígeno que desprende, el sulfuro negro de plomo en sulfato blanco. De esta manera se han podido blanquear cuadros pintados al óleo, empleando agua que contenía solamente 2 por 100 de su volumen de bióxido de hidrógeno. Podría servir para blanquear diversas sustancias vegetales, si no fuese demasiado caro.

Desde hace algún tiempo se ha empleado en la práctica médica, el uso del bióxido de hidrógeno. La casa Hoptein y Williams de Londres da al comercio disoluciones que contienen de 10 a 20 veces su volumen de oxígeno en estado de bióxido de hidrógeno y se conservan mucho tiempo sin alterarse.

Se administra especialmente en lociones al exterior.

Igualmente se emplea para comunicar a los cabellos negros el color rubio; constituye la preparación conocida con el nombre de agua de las rubias.

MM. Ferzié de Motay y Marichal han propuesto el empleo del bióxido de hidrógeno para el blanqueamiento, tratando los tejidos de lino o de cáñamo por el permanganato de potasa, introduciéndolos después en el agua oxigenada.

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