Últimos progresos en acústica

Actualmente Tyndall, Koenig y Helmholtz, son los físicos que más han hecho progresar la ciencia acústica, pero cada uno con un carácter diferente.

Koenig se distingue como constructor e inventor de aparatos perfectísimos para las demostraciones experimentales de los principios más delicados de la acústica, comprobando así las leyes matemáticas deducidas trabajosamente en los tres últimos siglos y descubriendo algunas otras nuevas a causa de la perfección de los medios que él mismo se proporciona.

El profesor inglés Tyndall se distingue por su inventiva e ingenio para preparar las experiencias que más hacen resaltar las propiedades de los sonidos, habiendo descubierto en esta clase de trabajos multitud de hechos curiosísimos.

Helmholtz ha estudiado con gran precisión y delicadeza toda la teoría de las armónicas y la causa del timbre de los sonidos; ha estudiado además todas las relaciones existentes entre las leyes físicas de la acústica y los principios estéticos en que descansa la acústica musical, deduciendo consecuencias interesantísimas, tanto para la ciencia física, como para el arte músico, que en concepto de Helmholtz, no descansa en leyes naturales invariables, sino que, según sus ideas y trabajos, se basa en los principios estéticos aludidos, que han variado en la sucesión de los tiempos con el desarrollo progresivo de la humanidad y seguirán variando todavía.

Tal cual hoy se presenta el estado de la ciencia acústica, ofrece otro interés particular para los físicos. Las teorías modernas acerca de la naturaleza del calor y de la luz presentan los fenómenos caloríficos y luminosos constituyendo una serie de la que forman parte los fenómenos acústicos.

Todos ellos tienen un carácter mecánico semejante y un origen físico común; de suerte que muchas de las demostraciones experimentales que de las leyes acústicas se efectúan, pueden aplicarse por extensión a las teorías del calor y de la luz; y como los fenómenos acústicos y las demostraciones de los principios a pie obedecen suelen ser unís accesibles a nuestros medios naturales de percepción, de ahí que el estudio de la acústica, con el carácter mecánico que hoy tiene, constituya una base sólida para el estudio del calor y de la luz.

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