Tipos de arcos en arquitectura IV

Arco rebajado o chato: Aquel cuya altura es menor que la semiluz. Puede ser carpanel o escarzano, y según la relación de dichas dos líneas se dice rebajado al tercio, al quinto, etc. Se empleó con frecuencia en los dos primeros períodos del estilo románico y último del ojival.

Arco rectilíneo agudo: El compuesto por los dos lados de un triángulo equilátero o isósceles cuyo vértice constituye el ápice del arco. Fue muy usado en el último período del estilo románico, donde aparece casi siempre encuadrado en un semicírculo, y es característico de la arquitectura anglo-sajona. Alguna vez se han construido arcos de descarga de esta forma.

Arco recto: Aquel cuyo plano es perpendicular al eje de la bóveda.

Arco secundario: Aquel cuyo despiezo pende del trazado en el arco fundamental.

Arco sepulcral: Nicho arqueado que se abría en las paredes de los templos para colocar una urna, tumba o lucillo; solían estar adornados con escudos de armas e inscripciones del estilo arquitectónico a que pertenecían, y cobijaban por lo regular la estatua de quien allí reposaba, colocada sobre la tapa de la tumba.

Arco tercelete o terciario: El que en las bóvedas de crucería sube por ambos lados del arco diagonal o crucero hasta los nervios que unen sus claves a la central o mayor. También se llama braguetón.

Arco trespuntado: El apuntado que no es de todo punto, es decir, la ojiva obtusa.

Arco a vuelta de cordel, de punto hurtado o elíptico: El elíptico, llamado así por trazarse la curva con un cordel fijado por sus extremidades en los focos, y recorriendo con un puntero la cuerda manteniéndola tirante. Antiguamente fue llamado arco de hilo.

Arco vuelto: Lo mismo que arco inverso, es decir, que vuelve su concavidad para arriba.

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