Sistema nervioso, respiratorio y circulatorio de las aves

El sistema nervioso ofrece una disposición casi idéntica al de los mamíferos. El encéfalo, que aventaja en volumen a la médula espinal, es de estructura más sencilla que en aquéllos, y consta de cerebro anterior y posterior; el primero presenta los dos hemisferios cerebrales, pero desprovistos de las circunvoluciones tan características del cerebro de los mamíferos.

La médula oblongada es bastante grande; la médula espinal, redondeada y de un espesor uniforme en la región cervical; en la región dorsal es más ancha y gruesa, y en la sacra más delgada. La distribución general de los nervios es muy parecida a la de los mamíferos.

Los órganos respiratorios y circulatorios son bastante perfectos; el corazón tiene dos aurículas y dos ventrículos y está formado bajo el mismo plan que el de los mamíferos, si bien sus músculos son más vigorosos.

Los pulmones están situados a derecha e izquierda del corazón, se hallan soldados a las costillas y bajan bastante más que los de los mamíferos, no habiendo por lo tanto entre las cavidades torácica y abdominal una separación completa.

El aire inspirado penetra, no sólo en los pulmones, sino también en las cavidades aéreas que con ellos se comunican y de allí pasa a los huesos, ya en sus cavidades medulares huecas, o bien en las células neumáticas.

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