Síntomas de los aneurismas circunscriptos

Los aneurismas circunscritos se presentan como tumores de variable volumen, situados en el trayecto de una arteria y con forma más o menos globulosa. Su consistencia suele ser blanda, pastosa; y a la presión son reducibles parcialmente, aunque no siempre. Claro es que estos caracteres, como algunos de los siguientes, no pueden apreciarse en los aneurismas profundos.

El tumor late isocrónicamente con el corazón, correspondiendo su expansión a la diástole arterial; y además suele presentar una vibración o estremecimiento particular que se denomina thrill, dependiente de las vibraciones del contenido del saco aneurismático.

Por medio de la auscultación puede apreciarse en los aneurismas un ruido de soplo que coincide con la entrada de la sangre en las cavidades del aneurisma, seguido de otro más suave que coincide con la retracción elástica del saco y la salida de la sangre, pero este último ruido es inconstante.

Todos estos síntomas desaparecen si se comprime el tronco arterial entre el aneurisma y el corazón, si es posible, y se acentúan si se comprime la porción periférica de la arteria. El pulso es más débil en esta porción periférica.

Además de estos síntomas comunes a los aneurismas circunscritos, existen otros dependientes del asiento y circunstancias particulares de cada aneurisma y que se estudiaran en artículos particulares.

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