Resumen de la composición normal del aire libre

Puede, pues, resumirse la composición normal del aire libre en la forma siguiente:

Contiene en peso en 100 partes:
Oxígeno 23.
Nitrógeno 77.
Ácido carbónico de 0,0003 a 0,0006073.
Agua de 0,006 a 0,009.
Ozono de 0,00000032 a 0,00000051.
Amoníaco de 0,00000015 a 0,00000046.
Ácidos nitroso y nítrico.
Ácidos sulfhídrico.
Hidrógeno protocarbonado.
Cloruro de sodio.
Iodo libre y combinado.
Polvos de sustancias minerales.
Restos de sustancias organizadas, animales y vegetales.
Algunas sustancias organizadas vegetales (granos de almidón, de polen, etc.).
Muchos esporos, gérmenes e individuos ya desarrollados de criptogamas.
Escasos gérmenes de protozoarios e individuos ya desarrollados, correspondientes con especialidad a los esquizomicetos (bacterias), flagelados (mónadas, cercomónadas, etc.) y rizópodos.

La simple enumeración de todas estas sustancias demuestra bien claramente que el aire es una mezcla de todas ellas y no resultado de una combinación química de estos elementos; pero podría también creerse que ya que no todos, algunos de estos principios, como por ejemplo, el oxígeno y el nitrógeno, podrían estar combinados, y ser después la combinación de estos gases la que contenía en su seno, en mezcla, todos los demás cuerpos enumerados.

Puede corroborar esta idea, la circunstancia de presentarse los dos gases citados (oxígeno y nitrógeno) casi siempre en las mismas proporciones; pero hay razones muy sólidas para convencerse de que ni aun estos dos elementos del aire están combinados, como son:

1° La relación en que se encuentran las cantidades de oxígeno y nitrógeno existentes en la atmósfera, relación que se aparta de la sencillez que se encuentra en todas las combinaciones químicas.

2° La solubilidad del aire en el agua; pues en vez de disolverse como un cuerpo químico cualquiera y tener la mucha o poca cantidad disuelta, la misma composición que el aire atmosférico (en cuanto a oxigeno y nitrógeno) se disuelve como corresponde a una mezcla de estos dos gases, es decir, que cada uno de ellos se disuelve separadamente con arreglo a su coeficiente de solubilidad y a las cantidades en que se encuentra en la mezcla gaseosa.

3° El calórico específico, el poder refringente y todas las propiedades químicas del aire corresponden exactamente a la mezcla de los dos elementos ya citados, tomando en cuenta las propiedades y coeficientes correspondientes a cada uno de ellos y las cantidades en que se encuentran, siendo así que en el caso de una combinación todas estas propiedades diferirían notablemente en el compuesto.

Volver a AIRE – Inicio