Respiración y nutrición de animales y plantas

La manera de nutrirse ofrece un contraste más notable.

Además de ciertas sales (fosfatos y sulfatos alcalinos y terrosos), absorbe la planta, más que nada, agua, carbonatos y nitratos, o bien combinaciones amoniacales, y elabora por medio de estas sustancias inorgánicas binarias, compuestos orgánicos complejos.

El animal no absorbe sales solamente, sino que necesita además ciertos alimentos que contienen las sustancias orgánicas y entre los que figuran en primera línea las grasas y principios albuminosos, que bajo la influencia de los fenómenos generales de la nutrición, se desdoblan en agua, en ácido carbónico, en productos nitrogenados (amidas y ácidos), en creatina, tirosina, leucina, etc., etc.

La planta que por la acción de la clorofila desarrolla y crea todas sus partes bajo la influencia de la luz, a expensas del ácido carbónico, del amoníaco y del agua, de los compuestos orgánicos, exhala el oxígeno que el animal absorbe a su vez para proveer las continuas necesidades de la nutrición.

La respiración y la nutrición, por lo tanto, se hallan ligadas en los dos reinos, si bien en sentido inverso.

La vida del animal tiene por base la descomposición de las combinaciones complejas y no es en suma más que un fenómeno de oxidación, por el cual las fuerzas latentes se transforman en fuerzas vivas (movimiento, calor, luz); la actividad vital de la planta descansa, por el contrario, sobre fenómenos de síntesis y no es otra cosa que un fenómeno de reducción que tiene por resultado transformar el calor, la luz, las fuerzas vivas, en fin, en fuerzas latentes en tensión.

Esta diferencia no puede servir de norma, sin embargo, en todos los casos. Recientemente la atención de todos los naturalistas se ha fijado en una serie de fenómenos de nutrición y digestión ya observados el siglo pasado por Ellis, en ciertas plantas que, lo mismo que loe animales, capturan pequeños organismos, y por un procedimiento químico análogo al de la digestión, absorben la materia orgánica por medio de unas glándulas colocadas en su superficie. Gran número de plantas y casi todos los hongos se alimentan de jugos orgánicos y su función aérea es completamente análoga a la de los animales, pues absorben oxígeno y exhalan ácido carbónico.

Gran número de experimentos ha demostrado que la absorción del oxígeno a intervalos determinados es necesaria a los vegetales, que muchas partes de la planta que no están verdes, no contienen clorofila cuando se hallan privadas de la luz del sol, y que durante la noche, basta en las mismas partes verdes se nota, lo mismo sus en los animales, exhalación de ácido carbónico y absorción de oxígeno. Además de este procedimiento de desoxigenación tan general y tan regular, descúbrense en el vegetal fenómenos de oxidación análogos a los que bajo le influencia de la nutrición se advierten en los animales y en virtud de los cuales una parte de las sustancias asimiladas se descompone de nuevo y es expelida.

El crecimiento de las plantas es imposible sin absorción de oxígeno y desprendimiento de ácido carbónico; cuanto mas activo es el desarrollo, tanto más considerable se la cantidad de oxígeno absorbido. Los granos que se hallan en germinación y los capullos de las hojas o las flores que se desarrollan con rapidez, hacen un consumo verdaderamente enorme de oxígeno y al mismo tiempo tienen grandes desprendimientos de ácido carbónico. De aquí resulta que los movimientos del protoplasma se hallan íntimamente ligados a la absorción de oxígeno. La producción del calor (germinación) y de los fenómenos luminosos exige también un consumo muy activo de oxígeno.

En fin, hay algunos organismos que producen combinaciones nitrogenadas y proteicas; pero que no se asimilan el ácido carbónico, tomando el carbono que les es necesario de los hidratos de carbono.

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