Reproducción sexual de las algas

El modo más sencillo de reproducción sexual es la conjugación. Este fenómeno varía mucho en las diferentes algas.

En la Ulotriz serrata, el contenido protoplásmico de ciertas células se divide en dos hemisferios que se separan desde luego uno de otro y después se aproximan confundiéndose de nuevo en una masa única, de la que resulta un individuo nuevo.

En las Volvocíneas, la conjugación se efectúa fuera de la célula madre. Las zoosporos que produce tienen una forma ovoidea, un espolón incoloro y dos pestañas insertas al nivel de un punto oculiforme rojo; estos zoosporos, fusionándose dos a dos, forman los oosporos. Estos, después de cierto período de reposo, entran en actividad y desgarrándose su cubierta, sale su contenido protoplásmico bajo la forma de un zoosporo único, que después de perder sus pestañas, produce por segmentación asexual y endógena una nueva familia de zoosporos.

En las Voquerias, la reproducción sexual se efectúa con el auxilio de elementos masculinos y femeninos, distintos en sus formas y propiedades y producidos por órganos diferentes. El femenino está formado por una expansión ovoidea voluminosa del filamento vegetativo, en la cual se acumulan el protoplasma y la materia verde, que se separa en seguida por un tabique transversal del resto del filamento.

La célula así formada toma el nombre de oogono; su protoplasma no tarda en condensarse en una masa redondeada que se designa con el nombre de oosfera y después la membrana celular se destruye al nivel del vértice del esporangio para permitir la entrada a los órganos masculinos anterozoides. Al lado del esporangio se forma otro botón o yema del tubo filamentoso, se encorva, se aísla por un tabique transversal y su protoplasma se divide en un gran número de corpúsculos masculinos. Este órgano, que se ha llamado cornículo, es un anteridio.

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