Los agricultores distinguen los climas por la planta más importante que en cada uno puede cultivarse. De esta manera han dividido Europa en siete climas o regiones agrícolas, que son, procediendo de la más cálida a la más fría y destemplada, las siguientes:

1° De la caña de azúcar.
2° Del naranjo.
3° Del olivo.
4° De la vid.
5° De los cereales.
6° de los prados.
7° De los bosques.

Estas siete regiones se encuentran en España, pues siendo la Península un país sumamente accidentado, hay grandes diferencias de calor y de humedad de unas localidades a otras; habiendo sitios de clima ardiente donde se puede cultivar la caña de azúcar, y otros tan destemplados que no admiten sino árboles de mucha resistencia al frío, como el pino o el castaño u otras plantas tan rústicas o más que ellos, y no faltando tampoco elevadas mesetas y empinadas cumbres donde, a causa de la frialdad, no se encuentra vegetación alguna. Las siete regiones agrícolas nombradas existen, pues, en España, pero tan irregularmente distribuidas por razón de las alteraciones del suelo, que se entremezclan y salpican unas con otras, en lugar de ir avanzando de S. a N. por zonas paralelas.

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