Recolección de las bacterias para su estudio

Para recoger los líquidos en donde se trata de averiguar si existen bacterias y cuáles sean éstas, se emplean unas pipetitas especiales formadas por trozos de tubo de vidrio de cinco a diez milímetros de diámetro y unos diez centímetros de longitud, estirados y cerrados a la lámpara por una de sus extremidades; la otra se conserva abierta, pero cubierta siempre con un poquito de algodón en rama.

Para utilizar estas pipetas, es menester, antes de hacer una recolección, esterilizarlas, es decir, destruir todos los gérmenes que pudieran contener, y para ello se calienta a la llama del alcohol toda la parte de la pipeta comprendida entre su extremidad afilada y el algodón en rama, o bien se colocan las pipetas en estufas especiales a mas de 160°. Inmediatamente después se rompe la extremidad cerrada y se sumerge acto continuo en el líquido que se trata de recoger.

El líquido sube inmediatamente en la pipeta por capilaridad o a consecuencia de la rarefacción del aire en su interior; si la ascensión no es bastante rápida y hay necesidad de recoger regular cantidad de líquido, se aspira con la boca para acelerar el resultado. Conseguido éste, se cierra de nuevo a la lámpara la extremidad afilada del tubo.

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