También conocemos la forma y dimensiones de este aeróstato; hablemos pues de su propulsor y de su fuerza motriz.

El propulsor era una hélice de seis metros de diámetro; su relación con el diámetro máximo del globo era 1/2,5; la fuerza motriz del aeróstato estaba producida por la de ocho hombres; la tripulación se componía de 14.

Dupuy de Lome estableció un sistema de cuerdas, que podía maniobrar desde la barquilla, y que llamaba balancines, por medio de las que conservaba el globo completamente horizontal.

La subida se verificó el 2 de febrero de 1872, a la una de la tarde, y el globo descendió a las tres tocando tierra más allá de Mondecourt.

La velocidad máxima que el aeróstato pudo obtener, según Dupuy de Lome, fue la de 2,82 por segundo, bajo la acción de los ocho obreros; como la rapidez del viento era mayor que esta cantidad, el aeróstato de Dupuy fue arrastrado por él, si bien asegura su constructor que pudo, bajo la acción del timón y de la hélice, ejecutar en los aires diversas evoluciones que demostraras la sensibilidad del globo.

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