Propiedades del ámbar

Es un cuerpo generalmente amarillo y transparente, duro, frágil, inodoro e insípido; algunas veces se presenta muy rojizo, otras blanco y opaco.

Tiene por densidad 1,065 y adquiere por el frote una electricidad resinosa muy marcada, siendo el primer cuerpo en quien se observó dicha propiedad.

Es insoluble en el agua y muy poco soluble en el alcohol, éter, cloroformo y aceites esenciales. Es bastante soluble en una mezcla de alcohol y esencia de trementina, calentando la mezcla en vaso cerrado.

Calentando el succino en una retorta, se fundo, y se esponja considerablemente, desprendiendo agua, ácido succínico y otros productos; continuando la acción del calor, hierve y da gran cantidad de aceite (aceite de succino) o hidrógeno carbonado.

Tratando por ácido sulfúrico, el ámbar succínino se disuelve si el ácido es concentrado y el succino pulverizado; el agua precipita la disolución, quedando soluble una corta cantidad de un cuerpo sulfo-conjugado. Hirviendo el ámbar succino con ácido nítrico, se va disolviendo poco a poco, depositándose por enfriamiento ácido succínico y volatilizándose una sustancia blanca análoga al alcanfor de las Lauríneas.

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