Procedimiento alcalimétrico de Gay Lussac

Está fundado en el principio siguiente:

Un equivalente de potasa o un equivalente de sosa se combinan exactamente con un equivalente de ácido sulfúrico para formar una sal neutra, o en otros términos: 47,14 gramos de potasa o 31 gramos de sosa, forman sal neutra combinándose con 40 gramos de ácido sulfúrico anhidro o con 49 gramos de ácido sulfúrico monohidratado.

En virtud de este principio se prepara un líquido normal pesando exactamente 49 gramos de ácido sulfúrico de 66° Baumé y diluyendo esta cantidad de ácido en agua pura hasta formar un litro a la temperatura de 15° centígrados. Esta disolución debe efectuarse echando poco a poco el ácido sobre el agua y no el agua sobre el ácido, y agitando la masa liquida; ésta se calienta extraordinariamente por la gran afinidad química que el ácido sulfúrico tiene por el agua; de modo que para formar exactamente el litro debe esperarse a que el líquido se enfríe hasta los 15°. Cada centímetro cúbico de este líquido normal contiene 0,049 gramos de ácido sulfúrico mono-hidratado, y es capaz por lo tanto de neutralizar 0,04714 gramos de potasa pura o 0,031 gramos de sosa también pura.

La mejor manera de proceder con este líquido para hacer un ensayo alcalimétrico es la siguiente: Se pesan 10 gramos del álcali que se quiere ensayar, y se tratan por agua pura a fin de disolver toda la parte soluble; se filtra después, se añade agua hasta hacer medio litro, se agita y de este liquido se toma la décima parte, o sean 50 centímetros cúbicos y se ponen en un vaso de precipitar, de paredes delgadas a propósito para resistir el fuego, añadiendo unas gotas de tintura de tornasol que tiñen de azul la disolución alcalina.

Se llena una bureta con el líquido normal ácido cuya preparación queda indicada, y se va echando poco a poco con dicha bureta líquido ácido sobre la disolución alcalina, agitando ésta al mismo tiempo con una varilla de vidrio. Esta operación se continúa hasta que la disolución toma un color rojizo violáceo, y entonces se calienta el líquido con una lámpara de alcohol.

Si por una ligera ebullición el color rojizo violado de la disolución desaparece, quedando otra vez azul, es prueba de que la saturación del álcali por el ácido sulfúrico no es todavía completa, siendo debido el ligero cambio de color al ácido carbónico que se desprende de la porción de carbonato alcalino descompuesto; por eso, una vez expulsado dicho gas ácido carbónico por la ebullición, el líquido vuelve a tomar su color azul. En tal caso se sigue añadiendo gota a gota líquido ácido normal con mucha precaución, agitando y calentando, y cuando se observa que se llega al color violado rojizo, persistente a pesar de la ebullición, la saturación está terminada.

Entonces no hay más que ver en la bureta el volumen del líquido ácido normal que se ha gastado para conseguir la saturación referida; dicho volumen sirve para calcular inmediata-mente mediante una sencilla multiplicación, la cantidad real de álcali que haya en 100 partes de la sustancia que se ensaya.

Como la cantidad de materia que se tomó para el ensayo fueron 10 gramos, y con éstos se hizo medio litro de disolución, o sean 500 centímetros cúbicos, de los cuales se apartaron 50 para operar sobre ellos, los resultados obtenidos se referirán a un gramo de sustancia. Multiplicando la cifra que representa el volumen de líquido ácido gastado por el número 0,04714, se obtendrá la cantidad de potasa pura contenida en un gramo de la sustancia alcalina que se ensaya; de modo que si la multiplicación se hace por el número 4,714, cien veces mayor que el anterior, se tendrá la riqueza en 100 de la referida sustancia.

Del mismo modo, multiplicando el volumen de líquido ácido gastado por 3,10, se tendrá la cantidad de sosa en 100 partes de materia cuando ésta sea una sosa comercial y no una potasa; multiplicando por 6,914, el producto representará la cantidad de carbonato de potasa, y multiplicando por 5,3 la de carbonato de sosa.

Hecho un ensayo alcalimétrico en la forma indicada, debe siempre repetirse, para lo cual, los 500 centímetros cúbicos de disolución alcalina que se preparan permiten que la operación se efectúe hasta diez veces seguidas; de este modo, si dos tres ensayos consecutivos dan el mismo resultado, se puede estar seguro de haber hecho bien la operación.

Suele suceder que en el primer ensayo se añada un poco mas de ácido sulfúrico que el necesario para la saturación exacta; pero esto se corrige en los ensayos siguientes, pues cuando está ya próximo a emplearse el mismo volumen que en el primer ensayo, se va con mucho cuidado añadiendo gota a gota, agitando y calentando, cuidando mucho de no pararse para observar si el verdadero punto de saturación se encuentra realmente antes de lo advertido en el primer ensayo.

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