Primeras aristocracias en España

La nobleza entre los godos fue más influyente que en los demás pueblos de su raza, según lo indica la sustitución de las Juntas de seniores a las antiguas asambleas generales que no celebraron los godos.

Los seniores formaban el grado más alto de la nobleza. Antes de la invasión, era ya entre los godos sinónima la palabra senior de noble, patrono o jefe de bucelarios; como, después de la conquista, lo fueron las de optimates (los mejores) y primati palatii (miembros del Oficio palatino). Junto a esta nobleza había otra inferior, la de los leudes.

Con la dinastía Baltha acabacan las juntas de seniores, perdiendo éstos su influencia en el ejercicio del poder central, excepción hecha de la que tuvieron en los concilios toledanos. Es cierto que de entre los seniores salían los miembros del Oficio palatino; mas era por voluntad del rey y con carácter amovible.

No por esto perdió le nobleza su influjo. Seniores eran los duques de las provincias y los condes de las ciudades, los cuales desempeñaban funciones civiles y militares. Unido este poder al que les daba la jerarquía social y las propiedades establecidas por medio del patronato, se comprende que la aristocracia se sobrepusiese al poder monárquico.

Con la nobleza gótica se mezcló la hispano-romana, y ambas entraron en el oficio palatino, en los concilios y en los mandos de las provincias y del ejército, como se ve recordando los nombres del conde Paulo y de Claudio, duque de Mérida, que no fueron de estirpe goda. Así la nobleza gótica, sin perder su espíritu guerrero ni su violencia, adoptó algo de la cultura y de la corrupción de la romana.

Entre los musulmanes existió una especie de aristocracia hereditaria formada por las familias procedentes de los árabes propiamente dichos (hijos del Yemen y del Hedyaz) y de los sirios y egipcios que primeramente se les unieron. Tuvo carácter militar, y vinculó por mucho tiempo la riqueza y el poder, siendo los cargos, tanto civiles como militares y sacerdotales, uno de sus privilegios. Formando la más elevada clase social, sus ocupaciones fueron la guerra, la política, las ciencias y las artes.

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