Otros métodos de tratamiento de aguas cloacales para abono

Procedimiento Lenk. — Este procedimiento como el de Siller, está fundado en la propiedad precipitante del alumbre. Se ha ensayado en Tottenham, empleando de 150 a 175 kilogramos de reactivo por día sobre 3 000 metros cúbicos de agua fecal. El gasto era, pues, de una tonelada por semana, y el coste de 180 pesetas. Después de haberse hecho depósito, el agua resultante era muy clara e inodora. Este procedimiento es mucho mejor que los anteriores en cuanto que no sólo precipita toda la materia orgánica en suspensión, sino que hace desaparecer también del agua mucha materia orgánica soluble, de modo que pueden considerarse las aguas suficientemente depuradas y verterse sin inconveniente en el río ser destinadas al riego. En cuanto al depósito, tiene la ventaja sobre los procedimientos en que se añade cal, de que no contiene materias voluminosas inertes; el valor agrícola de este depósito puede valuarse en unas 35 pesetas la tonelada. En Lincoln se ha ensayado también este procedimiento en 1868, bajo la dirección del ingeniero Barker, con resultados satisfactorios.

Procedimiento Bird. — Consiste en emplear como precipitante la arcilla tratada por el ácido sulfúrico. Este procedimiento ha sido puesto en práctica en Strond, ciudad muy industrial, empleando diariamente, para cada 700.000 a 900.000 litros de aguas fecales, 300 kilos de arcilla en polvo, tratada por 54 kilos de ácido sulfúrico. El tratamiento se hacía en dos veces, en dos reciientes diferentes, con una decantación previa, pasando después del segundo tratamiento por unos filtros de coke que se renovaban cada quince días. Los ensayos hechos con las aguas así tratadas no han sido muy satisfactorios, resultando que este procedimiento es insuficiente para purificar las aguas fecales por completo, porque éstas después de la filtración siempre resultan turbias y con algún olor.

Procedimiento La Chatelier. —Se ha ensayado en París, y consiste en emplear como precipitan-te un sulfato de alúmina ferruginoso obtenido tratando por ácido sulfúrico la bonita (mineral muy abundante en el Mediodía de Francia) o bien el resultado de la lixiviación de las cenizas piritosas de Picardía, formadas en la obtención del alumbre. Este método es bastante ventajoso bajo el punto de vista higiénico, pues las aguas quedan bastante depuradas; y el sulfato ferroso unido al sulfato de alúmina desempeña un papel muy útil, transformando rápidamente en sulfato férrico-bárico el sulfure de hierro húmedo. Pero la parte económica es muy difícil de resolver.

Procedimiento Anderson. — Se ha ensayado, sin resultado satisfactorio, en Conventry y Nuncanturn. Está basado también en la acción precipitante del sulfato de alúmina, obtenido por un procedimiento, al parecer, poco costoso. Loa detalles de este procedimiento, que ofrece, entre otras particularidades, el filtrado por medio de franelas, y el no purificar completamente las aguas, que es lo que se propone, no lo han hecho recomendable.

Procedimiento Forbes y Price. — Está fundado en que ciertos fosfatos minerales, al precipitarse, se combinan rápidamente con las materias orgánicas y el amoniaco de las aguas fecales. Esta procedimiento exige la construcción de un gran recipiente donde se añadan a las aguas de las alcantarillas los fosfatos, principalmente de la alúmina, previamente disueltos en ácido clorhídrico y sulfúrico y precipitados después por una lechada de cal en cantidad suficiente para neutralizar el ácido. El líquido resulta límpido e incoloro hasta el punto de que, según los ensayos practicados en Barking-Creek, podía beberse sin repugnancia y los peces vivían en ella perfectamente, pudiendo conservarse durante el verano sin la menor exhalación ni olor extraño. Bajo el punto de vista higiénico, el procedimiento no deja de ser ventajoso, pero no sucede lo mismo con la cuestión agrícola y económica, que hacen este método poco práctico.

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