Origen histórico de los archivos

Son los archivos como depósitos de documentos públicos y privados, tesoro inagotable para el hombre de ciencia.

Conociéronse en otros tiempos con los nombres de chartarium, graphiarium, sanctuarium, sacrarium, scrinium, grammatophilatium y armarium, y debieron su origen a la necesidad.

Existe en el hombre el deseo de perpetuarse a sí mismo y de transmitir a las generaciones venideras el recuerdo de los sucesos o personajes que ejercieran sobre nosotros influencia. Respondiendo a este sentimiento, levantaron las sociedades de todos los tiempos obras de diverso género. He aquí uno de los orígenes de los archivos.

Pero a medida que aumentó la cultura de los pueblos, inventaron éstos la escritura, y la usaron, no sólo para consignar en forma duradera los acontecimientos, sí que también para hacer constar los contratos y otros mil convenios estipulados, ya entre naciones distintas, ya entre particulares. Bien pronto se advirtió la conveniencia de que estas actas se conservasen en sitio determinado, a donde pudiera acudirse cuando ocurrieran dudas sobre las mismas, y entonces, según toda probabilidad, nacieron los archivos.

Creció la civilización; el comercio, la industria y las manifestaciones del espíritu se multiplicaron, y como lógica consecuencia, los escritos de interés, los títulos, las actas, etc., fueron más numerosos, y los archivos públicos y particulares hubieron de fundarse por doquiera.

Explícase por lo dicho, que los archivos se mencionen en los anales de todos los pueblos cultos.

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