Organización del servicio de aguas en París

La perseverencia y la poderosa iniciativa del eminente ingeniero M. Belgrand hizo que el servicio hidráulico de París quedase desde entonces, y no sin grandes oposiciones, dividido en dos grupos independientes: el público, es decir, los riegos, las fuentes decorativas, la limpieza de alcantarillas, los establecimientos industriales, etc., alimentado por el Oureq, el Sena y el Mame; y el privado, o de uso doméstico, al cual se dedicaron las aguas de los dos grupos de manantiales citados.

Los manantiales del primer grupo eran los que podían llegar a París a nivel más elevado. Estos fueron, por lo tanto, los que se decidía derivar primero, tanto más cuanto que los primeros aforos hicieron creer que ellos solos serían suficientes. Pero con el tiempo se reconoció que no todos resistían bien las sequías, y que por aquel lado no se podía contar más que con el gran manantial del Dhuys.

Era, por lo tanto, preciso derivar también los manantiales del Vanne. Estos eran mucho más abundantes; pero el agua no llegaba a París más que a la altura de 80 metros, y se dedicaron por eso a servir todos los barrios de altitud menor de 55 metros.

Como el canal del Dhuys podía llegar a una altura de 108 metros, se reservó para distribuirla en los pisos de los barrios cuya altitud estuviese comprendida entre 50 y 80 metros.

Por fin, para Belleville y Montmartre se dispuso una alimentación por máquinas; de modo que el servicio privado, del mismo modo que se había arreglado el público, constaba de tres distribuciones escalonadas por zonas de diversa altura.

La derivación del Dhuys tiene un poco más de 130 kilómetros de longitud y 20 metros de desnivel, de los que siete están absorbidos por la carga de los sifones que atraviesan pequeños valles, quedando para el acueducto general la pendiente de 0,10 metros por kilómetro.

El canal es cubierto y tiene 1,76 metros de altura bajo la clave, 1,40 metros de ancho y su longitud total se descompone del siguiente modo:

Parte construida en desmonte. 101 kilómetros.
Parte construida en túnel. 13 kilómetros.
Sifones para atravesar los valles. 17 kilómetros.
Total: 131 kilómetros.

La derivación del Vanne tiene un desarrollo total de 173 kilómetros. Los manantiales, numerosos y diseminados en el valle en una extensión de más de 20 kilómetros, están a diferentes alturas. Una decena de entre ellos están más bajos que el acueducto, y es preciso elevarlos de 1,50 a 4 metros unos, y de 15 a 20 metros otros. Entre los manantiales altos, el de Cérilly llega al acueducto con 20 metros de carga. Esta circunstancia se ha utilizado de la manera más ingeniosa paro elevar, por medio de pequeñas turbinas y bombee centrífugas, los manantiales bajos.

El acueducto, a partir del punto en que recibe el último manantial, presenta hasta París condiciones de pendiente un poco más favorables que el del Dhuys, a saber, 0,10 a 0,42 metros por kilómetro en las galerías y 0,60 metros por kilómetro en los sifones, pero sigue un camino más tortuoso que ha hecho necesarias obras de más consideración. Los puentes acueductos ocupan 16.000 metros, y los sifones 20.000.

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