El Viaje entretenido de Rojas, publicado en 1603, se hace la, siguiente donosa pintura de los actores de aquellos tiempos. Habla Rojas con sus compañeros Ríos y Ramirez:
“Hay ocho maneras de compañías y representantes y todas diferentes… Hay bululú, ñaque, gangarilla, cambaleo, garnacha, bojiganga, farándula y compañía.
En los siglos xvii y xviii, las cosas continuaron poco más o menos como las describe Rojas; y aun puede decirse que, en algún sentido, empeoraron en el siglo xviii, por la gran decadencia a que vino el teatro, y hubieron de venir necesariamente los actores.
No faltaron algunos de mérito, y a fines del siglo y principios del actual, y después hasta nuestros días ha habido y hay no pocos, habiendo mejorado, además, su condición social y económica. Las compañías han tenido mejor organización y más elementos de vida, habiéndose intentado reglamentarlas formalmente, para asegurar la buena representación de las comedias y la subsistencia, a veces precaria, de los actores; pero no se ha podido lograr por varias causas: y hoy es el día en que ni el Teatro Español está debidamente organizado, a pesar de ser oficial, y existir una escuela, oficial también, de declamación.
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