Obtención del amoniaco

El gas amoniaco existe en la atmósfera, ya libre, ya combinado, si bien en cantidades muy pequeñas; existe también en forma de nitrato y de carbonato en las aguas del mar, de los ríos y arroyos, en algunas aguas minerales, especialmente en las sulfurosas; también tienen amoniaco en diversos estados las arcillas ferruginosas, la sal gamma, los jugos vegetales, la orina, etc.

Se puede formar en muchas circunstancias; cuando se hace pasar una corriente de chispas eléctricas por una mezcla de hidrógeno y nitrógeno en presencia de un ácido líquido o gaseoso; cuando se descompone el agua por la oxidación del hierro en contacto del aire húmedo: en estado de carbonato, en la putrefacción de las sustancias orgánicas animales y en la destilación de las mismas; en la fermentación que la urea de las orinas experimenta en contacto del aire y del agua; y en estado de cloruro amónico en los excrementos de los camellos.

Se obtiene en los laboratorios calentando en un matraz una mezcla de sal amoniaco y cal recién apagada; se forma oxicloruro de calcio, agua y amoniaco; este gas se deseca haciéndole pasar por un tubo o campana que contenga cal viva o potasa cáustica, y después se recoge en la cuba de mercurio por ser, como queda dicho, muy soluble en el agua.

El amoniaco liquidado se puede preparar haciendo pasar el gas amoniaco bien seco, por una columna de potasa cáustica, formada en un tubo vertical rodeado de una mezcla frigorífica formada de nieve y cloruro de calcio cristalizado que produce una temperatura de -40′ (Bunsen). Pero el método más general, es hacer llegar gas amoniaco al fondo de un tubo de Faraday donde se hayan colocado varios fragmentos de cloruro argéntico que tiene la propiedad de absorber grandes cantidades del referido amoniaco; después se cierra el tubo a la lámpara; la extremidad donde se encuentra el cloruro argéntico combinado con el amoniaco se calienta al baño maría, y la extremidad opuesta se enfría con una mezcla de hielo y sal común. A los 38° el cloruro argéntico empieza a desprender el amoniaco que se liquida en el extremo frío del tubo.

Se puede reemplazar el cloruro argéntico por el cloruro cálcico que absorbe un peso igual al suyo de amoniaco y lo desprende también por el calor.

La disolución acuosa de amoniaco, o sea el amoniaco líquido del comercio, se prepara en los laboratorios disolviendo el amoniaco gaseoso, en agua destilada, empleando el aparato llamado de Wolf. En la industria se prepara en grande escala el amoniaco líquido, aprovechando la gran solubilidad del gas amoniaco en el agua.

Las primeras materias empleadas en la industria para la obtención del amoniaco son minerales u orgánicas; entre las primeras se cuentan el carbonato amónico natural, el cloruro amónico volcánico, las sales amoniacales que resultan en la extracción del ácido bórico, las que resultan en la purificación de la sosa, etc.; los materiales orgánicos que suministran amoniacos son: la orina podrida, los huesos, el jugo de remolachas, las aguas de las fábricas del gas, etc.

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