Niños alimentarios

Institución debida al emperador Trajano, a fin de aumentar la población, y que consistía en sustentar a los niños pobres por cuenta del Estado en diferentes ciudades. Los recursos necesarios se sacaban de contribuciones impuestas sobre los fondos de tierras poseídas y cultivadas por los ciudadanos.

Trajano alimentó por este medio a más de 5.000 niños. Cuando llegaban a ser hombres se les inscribía en las legiones del Imperio. Antonino Pío estableció una institución semejante para las niñas.

Las monedas que recuerdan las distribuciones de trigo a los niños en Roma, se refieren a la institución debida a Trajano, porque si bien es cierto que en tiempo de la República los ciudadanos pobres las recibieron alguna vez, y los emperadores anteriores a él, también repartían provisiones al populacho de Roma, puede decirse que todas estas generosidades no se hacían con otro objeto que con el de tener cada patrono un gran número de holgazanes a su disposición para sus fines políticos.

Nerva, sin embargo, puede considerarse como una excepción, porque concibió la idea de aplicar a las ciudades italianas los beneficios de la liberalidad de los Césares en Roma, como lo prueba una de sus monedas en la que aparece tendiendo la mano a un niño y a una muchacha a cuyo lado está una mujer de pie con la leyenda Tutela Balice. (Eckhel Doctrina nummorum, vi, 407).

Pero de todos modos no llegaron a regularizarse estas distribuciones hasta que Trajano creó a principios del siglo II una verdadera institución, haciendo inscribir en un registro público y oficial los nombres de los niños pobres de Roma que tenían derecho a la munificencia del Estado.

Varias monedas consignan esta creación, que duró y prosperó más de un siglo; por ejemplo, el gran bronce de Trajano en el cual aparece el emperador sentado en la silla curul teniendo el cetro en la mano izquierda y dirigiendo la derecha a una mujer que está de pie delante de él presentándole un niño y una niña: alrededor pone S.P.Q.R. Optimo principi, en el exergo Alim-Ital, y en el campo S. C.

Adriano no sólo admitió esta institución, sino que la dio mucha mayor extensión, y Antonino, Marco Aurelio y Septimio Severo la reorganizaron y crearon algunas nuevas; los dos primeros en nombre de sus esposas las dos Faustinas, y Severo en reverencia a su abuela Mammea.

En las monedas mandadas acuñar por Antonino y Marco-Aurelio están en el anverso las cabezas de Faustina madre y Faustina joven, y en los reversos el emperador sentado en la silla curta sobre un estrado, teniendo a su derecha de pie un personaje, que seria probablemente uno de los quaestores alimentarii, y que es el que parece que está entregando la donación a un niño que le presenta otra persona que podría ser uno de los curatores alimentarii; aún se ven otras figuras que representan niños que se acercan al estrado y oficiales que cuidan de ellos.

Estas instituciones decayeron desde el siglo tercero pero después fueron sustituidas con ventaja por las sociedades cristianas especialmente.

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