Movimientos de las bacterias

El movimiento propio de las células parece deberlo a los pelos vibrantes que están colocados a la extremidad de los vibriones, bacilos y espirilos. Puede haber dos, tres, cuatro y hasta seis pelos vibrantes. Los cocos no tienen más que uno.

Ehrenberg y Cohn, que han hecho observaciones delicadas, los han visto en muchas especies; pero son muy difíciles de ver, a causa de su movimiento y de su refringencia, que difiere poco de la del agua. La fotografía es más sensible que la vista del hombre para este objeto.

Las bacterias del carbunco, y todas las especies privadas de movimiento carecen de pelos.

Hay esguizomicetos que no tienen pelos vibrantes hasta el momento en que necesitan para ni existencia ascender a la superficie de un lípido, y los pierden cuando llegan a ella.

Los movimientos producidos por las pestañas vibrátiles son rapidísimos e incesantes en todos sentidos. Los espirilos tienen movimientos de reptación y de oscilación.

Los pelos o pestañas vibrátiles se consideran constituidos por un protoplasma contráctil, y como procedente de la membrana.

Debe observarse, por lo que hace a las bacterias globulares, que aun cuando se las vea dotadas de rápidos movimientos de agitación y rotación siempre que se hallan colocadas en el seno de un líquido, no puede decirse por esto que tengan movimientos propios. Los observados en tales casos son movimientos moleculares análogos al movimiento browniano.

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