Motor eléctrico del aeróstato de Tisnandier

Este aparato, cuya forma nos es conocida y cuyas dimensiones son 28 metros de longitud, 9 metros de diámetro máximo y su volumen 1.060 metros cúbicos, es el primer aeróstato de motor eléctrico.

La barquilla es una especie de caja hecha de bambúes reforzados con cuerdas y alambres de cobre recubiertos de guta-percha.

Este globo tenía por motor una máquina Siemens de 100 kilogramos de fuerza. La electricidad se producía en una pila de bicromato de potasa construida por Tissandier. El propulsor era una gran hélice. El peso del motor, de la hélice, de los accesorios necesarios para dos horas y media de trabajo, era de 280 kilogramos.

M. Tissandier describe así su ascensión. “El globo se elevó el 8 de octubre de 1883, a las tres y veinte minutos. El viento era casi nulo en la tierra, pero crecía según nos elevábamos en la atmósfera, tanto que a 500 metros de altura teníamos 3 metros de velocidad por segundo. En este instante hice, funcionar la pila de bicromato de potasa tan sólo con doce elementos, pero obtuve una velocidad menor que la del aire.; y entonces, para poder marchar, hice trabajar el resto de la pila. En este momento un viento ligero que recibimos de frente, nos, demostró que el aeróstato llevaba velocidad propia. Esta posición no duró mucho tiempo, pues el globo empezó a tener movimientos giratorios que me obligaron a detener la marcha de la hélice. Después de diversas evoluciones tornamos tierra, a las cuatro y treinta y cinco minutos, en Croissy-sur-Seine.”

Esta ascensión demostró la ventaja del motor eléctrico para la aerostación y además que cuando la hélice de este globo, que tenía 2,80 metros de diámetro, giraba con una velocidad de 180 vueltas por minuto, el aeróstato pudo hacer frente a un viento de 3 metros por segundo. Este aeróstato fue sin duda un gran paso en el progreso de la navegación aérea.

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