Modalidades de uso de aguas fecales como abonos

1° Riegos directos. – Consiste este sistema, fundamentalmente, en distribuir las aguas fecales por medio de pequeños canales de los depósitos centrales a los terrenos que se han de regar y haciendo uso de pequeñas esclusas.
Se dice que este método es insalubre y que en él no se aprovechan todas las sustancias fertilizantes en beneficio de la tierra, de suerte que hay derroche de capital.

2 ° Filtración y riego. – Las propiedades decolorantes y desinfectantes del carbón, que hacen de este cuerpo la materia más apropiada para filtrar y clarificar toda clase de líquidos, es claro que habrían de procurar utilizarse, a lo menos; como ensayo, para la depuración de las aguas fecales.
La filtración por el carbón se ha puesto en práctica en varias localidades, como en Newcastle y Liverpool.
La compañía Weare ha hecho ensayos muy dignos de estudio, empleando el filtrado por el carbón para purificar las aguas del Hospital de Stoke sobre el Frent. La alcantarilla correspondiente no sólo recibe los productos de los excusados y urinarios, sino también todos los líquidos procedentes de las cocinas, baños, cuadras, porquerizas, etc., formando un total de 45 a 90 metros cúbicos por día.
Los análisis de las aguas después de pasar por el último filtro, han indicado en todas ocasiones pequeñas cantidades de materias orgánicas y de amoniaco, abundando en cambio en materias minerales. Los informes de personas peritas manifiestan que las aguas después de la depuración, con las repetidas filtraciones por el carbón, quedan libres de experimentar alteraciones perjudiciales a la salud, siempre que se obre en pequeño con mucho cuidado y renovando los filtros a menudo. Bajo este punto de vista podrá ser excelente el método de filtración por el carbón y aplicable, por lo tanto, con muy buen éxito en pequeña escala; pero para grandes poblaciones su uso no puede ser apropiado, ni siquiera practicable.

3° Decantación y riego. – Este procedimiento consiste en recibir las aguas fecales en grandes depósitos donde se vayan precipitando lenta y espontáneamente las materias sólidas que las aguas llevan en suspensión, y además se desprendan los gases con olor, de forma que el líquido quede en disposición de aplicarse inmediatamente para el riego. Las ventajas que se pueden buscar con este procedimiento son utilizar los depósitos para la preparación de abonos concentrados, y hacer que disminuya la superficie regable.
Al lado de estas ventajas, se presentan inconvenientes, cuales son el mal efecto higiénico de las aguas fecales detenidas en depósitos; el largo tiempo que se necesita para que las materias sólidas se depositen lentamente; las dificultades prácticas para la limpieza de los recipientes y preparación y utilización de los precipitados y el mal resultado económico que de las complicadas operaciones de este procedimiento resulta.

4° Precipitación y riego. – Uno de los más graves inconvenientes del procedimiento de decantación y riego es el tiempo que se necesita para que las materias se depositen, y lo enojoso y largo de los tratamientos a que hay que someter los precipitados con el fin de ponerlos en disposición de que puedan trasportarse y emplearse en cualquier parte como abonos.
Para obviar este inconveniente se han buscado sustancias pie, añadidas a las aguas fecales, precipiten rápidamente la mayor parte de las sustancias que llevan en disolución y en suspensión, con lo cual se ahorra mucho tiempo con gran ventaja tanto bajo el punto de vista higiénico, como del económico, y además se consigne que los depósitos sean más fáciles de tratar para convertirles en materias transportables y utilizables inmediatamente como abonos.

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