Los árabes primitivos

Según la opinión de algunos escritores, fue el de los editas el primer imperio, que se fundó sobre nuestro planeta después del diluvio. Ad, que fue hijo de Aus, biznieto de Sem y tercer nieto de Noé, fue su fundador y primer rey, alcanzando la fabulosa edad de mil doscientos años; casó con 1000 mujeres y engendró 4000 hijos, según la tradición.

Los editas fueron en general de gigantesca talla y colosales fuerzas; adoraron en un principio a la luna; y como todos los pueblos primitivos, se alimentaron preferentemente de la caza.

Los temuditas fueron originarios de Themud, hijo de Abir, hijo de Sem, hijo de Noé; su primer rey fue un nieto de Themud llamado Albis, quien tuvo por sucesor, después de doscientos años de reinado, a un pariente suyo llamado Giunda.

En tiempos de este rey fue cuando Dios envió a los temuditas al profeta Salih, que vivió mucho tiempo, desdeñado y tratado como un impostor por los suyos. Dícese que en cierta ocasión varios de sus enemigos, creyendo ponerle así en un aprieto, le intimaron, sí es que decía verdad y no era un embaucador, que convirtiese cierta roca en una camella que estuviera para parir y que fuese de un hermoso color negro. Salih entonces pidió su auxilio al Señor, y la piedra, después de haber arrojado terribles lamentos semejantes a los de una mujer que va a dar a luz, se abrió por completo y dejó salir de su interior una camella con las mismas señales que la habían pedido, seguida de otro recién nacido que era un tal trasunto del primero.

Todos cuantos presenciaron el hecho, y el rey que entre ellos se hallaba, se convirtieron desde aquel mismo instante; mas habiendo algunos temuditas, movidos de pasiones mezquinas, asesinaron a la camella y tratado de dar muerte al profeta, éste, después de haberlos castigado convirtiendo sus rostros de blancos en negros, salió con cuantos seguían sus doctrinas y se fue a establecer cerca de la ciudad de Ramlah, en Palestina.

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