Los árabes en las ciencias filosóficas

En Bagdad, en Cusa, en Basora, en Córdoba hubo célebres academias y escuelas en las que se estudiaban la Filosofía, las Matemáticas, la Astronomía y la Medicina.

En Filosofía fue maestro de los árabes Aristóteles, cuya traducción y comentarios pasaron de los árabes a los judíos, y de éstos a los cristianos.

Los filósofos árabes más conocidos y que más influyeron son Avicena y Averroes.

Respecto a la religión, la filosofía árabe fue primero dogmática y comentó el Corán en sentido ortodoxo; después tomó carácter racionalista, prescindiendo más o menos de la ortodoxia. Aparecieron doctrinas contrarias al código religioso, y dentro de la Teología escuelas, sectas y herejías. Filósofos y teólogos disputaban sobre la naturaleza de los atributos de Dios, sobre la predestinación y acerca de la existencia del mal.

Una secta, de la que fue jefe Aben-Rifat, afirmaba que la religión contenía errores y prácticas que únicamente podía disipar la ciencia filosófica. Abulalé Tenuki afirmaba en el siglo x que hay en el mundo dos clases de gentes: unas que tienen talento y carecen de religión: y otras que tienen religión y carecen de talento.

Conviene advertir que en España la Teología y la Mística no tuvieron el libre desarrollo que en Oriente, porque los califas y los imames de la aljama mayor de Córdoba lo impidieron con severos castigos. Tiene, sin embargo, cierta importancia la obra mística, titulada: Ciencia monástica, escrita por el español Alí-Ben-Mohamed.

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