Los abanicos colgantes: abanos o pancáes

Los abanicos descritos hasta aquí presentan todos un carácter general: el de portátiles; pero los hay de otro género muy distinto: los colgantes.

En español se llaman abanos; en la India pancáes (del indio panká). El abano (del alemán fahne, estandarte) es un bastidor de forma trapezoidal forrado de lienzo, que por la base menor se cuelga del techo por unas armellas, hacia el medio de las habitaciones y paralelamente a dos de sus paredes. Por medio de una cuerda se pone en movimiento pendular, y así hace aire y ahuyenta las moscas. Es de uso antiguo, decía la Academia en su Diccionario de 1726, y se mantiene en muchos de los comedores de la Mancha. Covarrubias los llama ventalles. En las casas ricas de la India nunca falta el panká puesto en constante movimiento día y noche desde fuera de las habitaciones por esclavos que, al cabo de cierto número de horas, son relevados por otros. El pancá está suspendido del techo, y sus enormes alas refrescan el sofocante calor de la atmósfera tropical y ahuyentan los insufribles mosquitos y otros muchos insectos voladores que pueblan el aire y hasta se posan atrevidamente en la comida en el momento mismo de llevarla a la boca. Los ingleses han admitido el pancá en todas partes, hasta en los templos.

En Singapoore, con evidente impropiedad del rito, enormes malayos, en traje musulmán, ponen dentro del templo inglés el pancá en movimiento durante los oficios.

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