Las armaduras curvas de madera

Las armaduras curvas que sostienen las cubiertas de cúpulas o cañones cilíndricos se construyen según dos sistemas principales: el de Filiberto de Lorme y el del coronel Emy.

En el primer sistema son cerchones compuestos de dos filas de tablas puestas de canto y unidas entre sí con clavijas: en cada cerchón van las tablas al tope por sus cabezas, alternando las juntas, y se enlazan los cerchones entre sí por riostras que los atraviesan o que se encepan en sus cantos, asegurándolas con llaves y clavijas.

Esta disposición es muy ventajosa porque se opone a la hendedura de las tablas, pero su inconveniente principal es su elevado coste por causa del aserrado de las tablas y construcción de piezas. Por esto el coronel Emy en su sistema coloca las tablas de plano, superpuestas como las láminas de una ballesta de carruaje y encorvadas por su propia flexibilidad.

Otro sistema hay en que los cerchones en vez de estar formados por dos filas de tablas como en los de Lorme, se componen de una sola de tablones ensamblados a rayo de Júpiter; riostras unen los arcos entre si, y se ensamblan a caja y espiga con unos cerchones y a media madera con otros.

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