Depósitos en que se conservan vivas las anguilas.

Deben construirse en sitios bien sombreados y abrigados al lado de los ríos y de los estanques.

Deben ofrecer tales condiciones que no moleste la luz a los peces en cuestión y que éstos encuentren sinuosidades y agujeros para refugiarse. De ahí que convenga cubrir los depósitos con tablas agujereadas y que deban echarse en el fondo troncos de árboles y piezas huecas, conductos sueltos de barro o metal, etc. Los toneles y barriles son muy apropiados para el caso.

A veces se echan en los depósitos las anguilas que están excesivamente cebadas o cuya carne sabe a cieno, para que pierdan el mal gusto y el exceso de grasa. En otros casos se las deposita para cebarlas bien y nutrirlas echándolas restos animales y vegetales.

También se llama anguilera el aparato que emplean los molineros para retener las anguilas arrastradas por la corriente y el que utilizan los pescadores para coger las anguilas en las salidas de los estanques y en los puntos donde es rápida la corriente de los ríos y arroyos.

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