La electricidad en el alumbrado público

La aplicación de la electricidad al alumbrado público es muy reciente, pues aun cuando por los años 1841 a 1844 y 1847 a 1867 se hicieron algunas tentativas en Francia e Inglaterra para adoptar este género de alumbrado ninguno de estos ensayos dio resultados prácticos a causa de la dificultad de producir corrientes constantes, de larga duración y de gran intensidad por medio de las pilas eléctricas.

Las primeras aplicaciones serias de la electricidad al alumbrado público han venido después de la invención de las máquinas dinamo-eléctricas. Estas se aplicaron primero al alumbrado de los faros, de las fábricas y para el servicio de la navegación marítima y después del año 1875 al alumbrado urbano.

Para este servicio se prestan mejor las lámparas de arco voltaico que las de incandescencia y la disposición de los focos luminosos tiene que diferir bastante de los que se instalan para el alumbrado por gas.

La mucha intensidad de los focos eléctricos exige que estos se coloquen a grandes alturas con reflectores hacia la parte inferior.

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