Antiguamente la palabra artillería se aplicaba al conjunto de las máquinas e instrumentos de guerra que se empleaban con especialidad en el ataque y defensa de las plazas y fortalezas. Hoy ha alcanzado una acepción más lata y compleja.

La artillería, como ciencia, es la suma de conocimientos indispensables para construir, conservar y emplear todo género de armas, aparatos, máquinas y municiones de guerra; como material, es la reunión de las bocas de fuego y máquinas de guerra que requieren para su manejo de más de una persona, comprendiendo todos los accesorios y objetos más precisos para su manejo, uso y transporte; es por último el cuerpo o cuerpos a quienes en el ejército y en la armada se confía el servicio de dicho material.

Las piezas y material que se destinan al servicio de tierra constituyen la artillería llamada del ejército, artillería de tierra o simplemente artillería; las que se aplican al servicio de mar y se montan en los buques, forman la artillería naval o de marina.

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