La articulación en mecánica

La articulación, o cabeza de biela, reúne por sus extremidades dos piezas que deben funcionar como los lados de un ángulo de abertura variable, del cual la articulación representa el vértice.

Para facilitar este movimiento, una de las piezas lleva un gorrón y la otra el resto del mecanismo, especialmente dos cojinetes dispuestos como en el soporte plano. Estos cojinetes están sujetos por medio de una tenaza, la que está mantenida y oprimida contra la pieza por una llave y contrallave. Reciben este nombre dos trapecios cuyos ángulos son iguales y alternes internos, por cuya razón los bordes son paralelos. Este paralelismo oprime las piezas en un mismo sentido, en tanto que si sólo empleáramos una sola de las cuñas, ésta desarrollaría una acción oblicua a una de las piezas del sistema.

En cuanto a la fuerza que cierra la articulación, proviene de que la hendidura de la tenaza del lado del gorrón es demasiado grande, en tanto que la de la pieza deja un ligero juego del lado opuesto, de manera que estos dos cuerpos experimentan de parte de las llaves una cierta acción que las lleva a ponerse la una delante de la otra.

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