La arqueología prehistórica

Existe otra confusión de conceptos con respecto de la Arqueología prehistórica. Se da el hecho significativo de que la mayor parte de los cultivadores del Prehistorismo, y los verdaderamente eminentes, todos, son naturalistas.

El Prehistorismo, en verdad, nada puede si no le sirven de auxiliares, más aún, de medios necesarios, la Geología y la Antropología, con las cuales se propone descifrar el problema transcendentalísimo de la antigüedad del hombre y de su cultura. Por esta razón no puede darse un paso en la Prehistoria sin poseer conocimientos de las indicadas ciencias, ni los objetos pueden tener otro valor que el de comprobantes del trabajo, y, por consiguiente, de la existencia humana. De aquí que los objetos prehistóricos tengan en la Arqueología escasa importancia, y de aquí también el que se haya comprendido bajo el dictado de Ciencia Prehistórica todo lo referente a la cuestión indicada.

Pero no falta quien, sin hacer diferencia entre los términos Arqueología Prehistórica y Ciencia Prehistórica, tenga a las dos por una sola, siendo así que la primera solamente es una parte de la segunda, y que vale tanto como decir Arqueología egipcia, Arqueología griega.

Es de notar, sin embargo, que la Geología, y aun también la Paleontología, son a la Arqueología lo que a esta misma la historia de las Bellas Artes, y que así como no es posible dar un paso en el conocimiento de los objetos antiguos sin estar versado en la Historia del Arte, así tampoco se pueden estudiar los objetos prehistóricos sin partir de las leyes establecidas por aquellas ciencias naturales.

Del mismo modo que la Filología sirve de base a ha investigaciones epigráficas, propias de la Arqueología literaria, y, sin embargo, ésta y la Filología son dos ramas de los conocimientos, relacionadas, es verdad, pero diversas por su índole y por sus fines.

Por lo demás, las ciencias naturales, no solamente las dos mencionadas, sino todas, sirven en más de una ocasión de auxiliares al arqueólogo.

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