La aristocracia en Europa

Desde la aparición de las monarquías absolutas, la aristocracia ha ido perdiendo cada día más y más privilegios.

Resignóse al cabo, a trueque de conservar cierta supremacía social, a servir como de espléndido adorno de las fiestas y boato cortesano; pero la Revolución francesa y la posterior de 1848, han borrado las últimas diferencias que entre estas clases y las demás de la sociedad existían.

En Austria, donde podía creerse que la aristocracia había arraigado sólidamente, las leyes de 27 de marzo y 16 de junio de 1849 han abolido las jurisdicciones patrimoniales y feudales y sólo han dejado a los grandes propietarios la ventaja del censo que se les paga.

El principio de la igualdad ante el impuesto y ante la ley no ha triunfado por completo en Alemania. En Baviera, en Sajonia, en Wurtemberg, en Hanover y en Prusia los nobles llamados al servicio militar tienen derecho a ser alistados como cadetes, y los bienes de los nobles disfrutan ciertas inmunidades. La Constitución del país mantiene, estos privilegios.

En Rusia la nobleza se divide en tres clases, una de las cuales no paga tributos, ni está sujeta al servicio militar ni a las penas corporales. En cada gobierno la aristocracia forma una corporación a cuya cabeza se halla un general de la nobleza, y por las listas que esta corporación presenta, se escogen los individuos encargados de la administración y de la justicia.

Suecia y Portugal son los únicos países de Europa donde la aristocracia conserva casi íntegros todos sus privilegios. En ambas naciones se constituyen sus respectivas cámaras altas tan sólo por miembros de esta clase social. La corriente irresistible de los tiempos ha llevado, a pesar de lo dicho, el poder a manos de la clase media.

En Inglaterra, no obstante la gloriosa historia de la aristocracia, los eminentes servicios de la misma, sus esfuerzos durante la Edad Media para asegurar a los obreros de los campos y a los habitantes de las ciudades los legítimos productos de su trabajo, la resistencia que en el siglo xvii opuso a las tentativas de los Estuardos contra las libertades nacionales, la inteligencia que ha desplegado en la gestión de los negocios públicos, y la sabiduría y moderación de que siempre ha usado, no conserva más que una sombra de lo que fue. La reforma electoral de 1832, extendiendo entre las clases medias el derecho a ingresar en la cámara de los Comunes, aseguró a las mismas la preponderancia. La cámara de los Comunes es hoy la que en realidad legisla. La cámara aristocrática, la de los Lores, se limita por lo general a un simple trabaja de revisión legislativa, y aun así, no hay que olvidar que las tres quintas partes de esta cámara provienen de la clase media.

Volver a ARISTOCRACIA – Inicio