La aristocracia como forma de gobierno

La aristocracia, en el sentido que en este párrafo la consideramos, es el gobierno ejercido de hecho y de derecho por una determinada clase social con preferencia a las demás, respecto de las cuales se consideran superiores los individuos que poseen autoridad.

Modelos de esta forma hallamos en la organización política de ciertos pueblos del Oriente, de la primitiva república romana y de algunos Estados de Italia y de Alemania en la Edad Media.

Los gobiernos aristocráticos tienen hoy valor puramente histórico. Examinados con este criterio, presentan los siguientes caracteres:

La distinción de clase como principio constitutivo del poder, el exclusivo ejercicio de los principales derechos y la ocupación de los más elevados cargos civiles, militares y aún eclesiásticos; el interés en conservar su predominio y el desdén hacia los demás hombres; el mantenimiento de las antiguas instituciones; la tendencia a favorecer antes los intereses de la familia que los del Estado, y el despotismo como medio de mantenerse en el poder. Sirvan de recuerdo las sangrientas persecuciones del Tribunal de los Diez en Venecia, la conducta de los espartanos con los Ilotas y la de los patricios romanos con les deudores plebeyos.

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