La albuminuria como patología

Con esta palabra se designa, desde Martín Solon, la presencia de albúmina en la orina.

Es verdad que investigaciones recientes de Leube, Fürbringer y otros han demostrado que en algunas circunstancias, especialmente a consecuencia de grandes fatigas físicas, de emociones morales intensas, etc., puede encontrarse en la orina una ligera proporción de albúmina, aun en las personas sanas; pero estas excepciones, raras e insignificantes, no implican en modo alguno que no deba ser considerada como fenómeno patológico la secreción persistente de albúmina por la vía renal.

La albuminuria no es una especie morbosa; es un síntoma de numerosos estados patológicos.

Su estudio comprende la patogenia y la semiología, esto es, el significado diagnóstico y pronóstico de la albuminuria según sus caracteres clínicos.

Para que exista albuminuria no basta la comprobación de la albúmina en las orinas; es necesario que esta albúmina haya pasado a la orina en el momento de la secreción y no que después se haya mezclado accidentalmente a ella, lo que constituye la pseudo-albuminuria o albuminuria falsa.

Estas pseudo-albuminurias se producen cuando la orina se mezcla con pus o sangre en algún punto de las vías urinarias, en cuyo caso la albúmina del suero de la sangre o del pus pasa a la orina.

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