La agricultura en los pueblos modernos

La revolución y la desamortización hicieron pasar a nuevas manos gran parte de la propiedad rural y cambiaron por completo las condiciones sociales de las gentes de los campos y sus relaciones económicas con el Estado. Los nuevos poseedores ayudados por la abolición de los diezmos y de las cargas que pesaban sobre el cultivo se dedicaron a reparar los inmuebles y a regular la explotación del suelo.

Las generaciones de principios de este siglo habían sido precedidas por importantes publicaciones agrícolas en Inglaterra, en Francia, en Alemania y por los interesantísimos descubrimientos de Priestley, Lavoisier, Scheele, Ingenhouse, Sennebier y Bonnet sobre la constitución del aire y del agua y sobre la descomposición del ácido carbónico del aire por los vegetales bajo la influencia de la luz.

Constituyéronse importantes Sociedades agrícolas que publicaban interesantes memorias e informes conteniendo gran número de perfeccionamientos llevados a la práctica agrícola por los progresos de la ciencia; empezando al mismo tiempo con los grandes descubrimientos de la química pneumática a encontrarse la explicación racional y científica de los hechos más culminantes de la fisiología vegetal.

Pero como el afán de residir en las grandes capitales y tomar parte en las funciones públicas del Estado siguió continuando y con ello la deplorable costumbre de abandonar el cultivo de los campos a los más incapaces, sobrevino un gran desequilibrio entre los progresos de los estudios teóricos y las prácticas de la agricultura, en perjuicio del verdadero desarrollo de ésta, que si bien adelantaba, no era con la rapidez y gradación debida, sino despacio y con bruscas alternativas que ocasionaban crisis y perjuicios de todas clases.

Así se veía que, mientras en la mayor parte de las campiñas continuaban rutinariamente las prácticas antiguas, en los laboratorios de las ciudades hombree ilustres conseguían aislar, determinar y estudiar los principios inmediatos separados de los animales y vegetales; los análisis de Saussure y de Berthier precisaban la naturaleza de las materias minerales que se hallan en los vegetales y que se encuentran en sus cenizas; y por otra parte se publicaron nuevos libros de agricultura dando a conocer las nuevas ideas basadas en los adelantos científicos que debían aplicarse en la agricultura para desterrar los preceptos de la rutina y errores consuetudinarios.

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