La agricultura en Bélgica

La agricultura de Flandes ha tenido gran renombre desde tiempos muy antiguos. La habilidad y conocimientos de los cultivadores flamencos para enmendar y hacer productivas las tierras arenosas o pantanosas, eran de tal manera reconocidos por todas partes en la Edad Media, que hasta los soberanos de todos los países los llamaban para utilizar su experiencia y sus servicios.

Así es, que por el siglo XII había repartidas importantes colonias flamencas en La Turena, en Sajonia, en el Holstein, en el Transilvania y en el Austria meridional, conservándose todavía las señales de aquellos establecimientos, tanto en los nombres de algunas localidades, como en las costumbres y vocablos que han subsistido en ellas.

Los primeros datos científicos positivos referentes a la agricultura flamenca se publicaron en el siglo xvi. Desde entonces ha ido en constante progreso; pero cuando ha recibido poderosísimo impulso es desde 1830, en que Bélgica se constituyó como Estado independiente; pudiendo decirse que hoy día es el país mejor cultivado y más productivo del mundo entero.

El ministerio del Interior, la dirección general de Agricultura, el consejo superior y las comisiones provinciales, constituyen las ruedas administrativas en todo lo que se refiere a la organización y enseñanza de la agricultura en Bélgica. Las diversas sociedades agrícolas oficiales cuentan con cerca de 18.000 individuos, y publica cada una un boletín semanal; además existen gran número de sociedades libres de agricultura, y sólo dedicadas a la horticultura, hay más de 50.

Hay además los establecimientos agrícolas siguientes: la escuela de medicina veterinaria de Cureghen, el Instituto agrícola del Estado en Gembloux, las escuelas de horticultura de Vilborde y de Gante, la escuela superior de agricultura agregada a la Universidad de Lovaiva; la de arboricultura de Tournai, y la profesional de horticultura de Mons.

Volver a AGRICULTURA – Inicio