La agricultura como ciencia

La agricultura puede consideraras como ciencia, en cuanto que se apoya sobre verdades, subordinadas unas a otras, y procura investigar las leyes tanto fisiológicas como económicas a que se ajusta la producción; y como arte porque hace inmediata aplicación de estos principios para conseguir la producción de modo que se obtenga la mayor ganancia posible. De suerte que como ciencia investiga principios y como arte prescribe reglas.

La agricultura constituye una de las grandes divisiones de la industria de los pueblos, y se entiende por agricultura de un país el conjunto de procedimientos aplicados a la explotación de su suelo para obtener los productos animales y vegetales que en él se pueden dar.

Sin embargo, no es esto decir que haya una agricultura especial para cada pueblo; los agricultores aplican en todas partes los mismos principios generales para la producción de la materia orgánica; las prácticas son las que varían únicamente según las localidades, el grado de civilización, los conocimientos científicos adquiridos y las circunstancias económicas y políticas. De modo que en cada comarca la mejor práctica agrícola será la que dé mayor producto líquido por hectárea.

La agricultura, se compone de dos partes: una, economía vegetal y otra economía animal, debiendo considerarse en cada una de éstas otras dos partes, el punto de vista práctico, es decir el arte, y el punto de vista científico o teórico, sea la ciencia agrícola, es decir, la agronomía.

La enseñanza práctica, la que constituye el arte, no puede darse más que en los campos, en las mismas explotaciones agrícolas; la enseñanza científica es la que puede darse en las poblaciones, porque descansa en la aplicación de los principios de ciencias abstractas a la multiplicación de los vegetales y de los animales.

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