La aduana francesa

Francia, que desde el siglo xiii conocía las prohibiciones de exportación, adoptó en materia de aduanas por iniciativa de su ministro Colbert, que hizo los aranceles de 1767, todas las consecuencias del sistema protector.

La revolución suavizó con la ley de 1691 la dureza de la legislación comercial que hallaba establecida; mas bien pronto se inició un retroceso, que dio en el extremo de abandonar toda idea fiscal para hacer del arancel una máquina de guerra con la declaración del bloqueo continental contra Inglaterra.

Después de prolongados y tímidos ensayos de reforma, hechos desde 1834, sobre todo por el gobierno republicano de 1848, Napoleón III se decidió a cambiar la política económica y ajustó el tratado inglés de 1860, que fue seguido de otros hechos con el mismo espíritu y de medidas tan importantes como la abolición del derecho diferencial de bandera.

Las necesidades financieras a que dio lugar la guerra con Alemania, obligaron al gobierno francés a recargar los derechos de aduana señalados a los productos coloniales, y desde entonces la renta ha venido creciendo en proporciones considerables.

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