Todos los servicios de la Administración militar exigen cálculos previsores en tiempo de paz, sobre todo en cuanto se refiere a la provisión de subsistencias. El mejor sistema es indudablemente el adoptado en Prusia.

Todos los años, en el mes de noviembre, compra los granos en cantidad necesaria para cubrir las atenciones del servicio durante un año o seis meses por lo menos, con lo que queda asegurado el suministro de los artículos de primera necesidad en el caso de tener que movilizar el ejército, pues desde los depósitos centrales se remiten aquellos a los puntos en que se encuentren las tropas.

Como se trata de aprovisionamientos para grandes ejércitos y por algunos meses, tienen que ser los almacenes espaciosos y reunir las condiciones necesarias para que puedan los artículos conservarse sin sufrir deterioro Pueden servir de modelo algunos de los que tiene la Administración militar italiana, sobre todo los de las factorías de subsistencias de Florencia.

Uno de los más importantes ramos de la Administración militar en tiempo de guerra es la panificación, por lo que en el material administrativo deben figurar en primer término los hornos de campaña que proporcionan tan indispensable alimento en aquellos lugares en que no exista pan o no haya medio de transportarlo oportunamente desde otros puntos.

Para éste y otros casos necesita la Administración militar un personal idóneo, no asalariado, sino sujeto, como el resto del ejército a la disciplina militar. Por esto en todas o casi todas las naciones europeas se han organizado tropas u obreros de administración militar para el servicio de subsistencias.

También debe la Administración militar en tiempo de paz atender con gran solicitud al material de campamento y disponerlo de modo que cuando sea preciso pueda inmediatamente trasportarse al punto donde haga falta, para lo que ha de precaver los medios de conducción y tener bien preparado el servicio de transportes.

De aquí que las naciones militares de Europa hayan organizado trenes de transportes en sus ejércitos respectivos, que siguen al soldado en todas las marchas que sea preciso hacer en el teatro de la guerra.

Durante nuestra última guerra civil se organizó una brigada de transportes mandadas por jefes y oficiales del cuerpo administrativo del ejército, que dio resultados muy satisfactorios.

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