La acústica en los antiguos anfiteatros

Los antiguos construían anfiteatros circulares o elípticos cuyas gradas rodeaban de arena y teatros en hemiciclo con un escenario poco profundo cerrado por gruesas paredes; las gradas se desarrollaban a partir de la escena, siguiendo la ley de un cono abocardado, representando una especie de inmensa bocina en la que hablaban los actores.

La voz de éstos llegaba de este modo a todos los oyentes (que algunas veces subían a muchos miles) a pesar de estar construido el edificio a cielo abierto, pues aunque algunas veces tendían los velaria, toldos inmensos destinados a evitar los rayos del sol y en los que se reflejaban los sonidos, no contaban con este auxilio los arquitectos para resolver las necesidades de la audición.

La disposición citada dada a la gradería es efectivamente muy favorable a la resolución del problema, como puede comprobarse en las ruinas de los antiguos circos y teatros, en el circo de Sagunto, en las ruinas del de Mérida, en el anfiteatro de Nimes, en el teatro del palacio de Adriano, etc. Se oye perfectamente desde las gradas más altas la más débil palabra pronunciada en la arena.

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