Los documentos referentes a los hechos contemporáneos son tan imperfectos y tan complejos, que no permiten trazar una geografía aproximada de los climas ni tampoco las leyes que rigen los innumerables hechos particulares de aclimatación. Veamos, sin embargo, si las leyes establecidas en vista de los documentos históricos son confirmadas por los acontecimientos que se desenvuelven a nuestra vista.

El primer resultado del gran movimiento migratorio de los tiempos modernos es la población del continente americano por los europeos.

En general los colonos se han establecido y extendido por climas análogos a los originarios. Aun cuando la primera impulsión tuvo por objetivo las regiones cálidas, las duras pruebas de la aclimatación bajo los trópicos y el éxito de algunas emigraciones dirigidas más hacia el norte cambiaron un tanto la dirección general del movimiento migratorio.

El éxito de las colonias establecidas en zonas isotérmicas o aun más septentrionales que la patria de los emigrantes contrasta en efecto notablemente con la historia de las emigraciones hacia el Sur.

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