La absorción en geología y agricultura

En geología, se llama absorción a la desaparición de ciertas rocas o partes de terreno que se han confundido con las capas inmediatas.

En agricultura se estudia la propiedad que tienen las tierras de absorber el agua, y las sustancias que esta lleve en disolución y los gases que forman el aire.

En la facultad de absorber el agua influye no sólo la naturaleza de la tierra, sino el estado físico de sus componentes, puesto que el carbonato calizo en polvo retiene hasta el 85 por 100 de su peso de agua, mientras que la arena calcárea absorbe solamente un 29 por 100.

La mayor fuerza de absorción corresponde al humus, el cual absorbe el agua a la manera de una esponja, y la menor la posee la arena silícea, que sólo retiene una cuarta parte de su peso de dicho líquido.

Las tierras absorben también con intensidad la humedad del aire, y los gases que en la atmósfera se encuentran, como el oxígeno, nitrógeno, ácido carbónico y amoniaco. Esta propiedad es muy importante, porque estos elementos, después de absorbidos y retenidos entre los poros de la tierra, reaccionan sobre muchas de las materias que en el suelo se encuentran, originando transformaciones muy importantes para la vegetación. El oxígeno interviene directamente en la germinación de las semillas sembradas y en las combustiones lentas de la materia orgánica que la tierra contenga; el ácido carbónico influye poderosamente en la solubilidad de muchas sales, como son los fosfatos y carbonatos; y el amoniaco suministra a las plantas nitrógeno, con forma muy apropiada para ser absorbido.

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