Influencia de la arquitectura bizantina en Europa

Santa Sofía fue el modelo seguido en todo el Imperio griego para la construcción de iglesias durante la Edad Media y hasta la época moderna, donde la conquista turca lo ha permitido, aunque con variaciones de detalle que no puede decirse que formen con propiedad un nuevo estilo.

En Santa Irene de Constantinopla, erigida por León Isáurico en el siglo viii, la cúpula se eleva sobre un tambor que la separa de las pechinas, y lleva las ventanas con más elegancia que la misma superficie esférica; la multiplicación de las cúpulas se ve en la iglesia de la madre de Dios (Teótocos) de la misma ciudad, edificada entre los siglos ix y xii, y la iglesia de los Apóstoles de Salónica, del siglo xi, muestra como se obtuvieron con ladrillo formas airosas y decoración variada.

En Europa, las orillas del Adriático estaban más expuestas que ninguna otra región a la influencia de Bizancio. La iglesia de San Vidal, en Ravena, que data del siglo vi, imita perfectamente la de los Santos Sergio y Baquio de Constantinopla; y San Marcos de Venecia es acabado ejemplo del estilo bizantino en Italia durante el siglo xi, como lo es en Francia San Frontis da Perigueux; y hasta en España dan claro testimonio de haber alcanzado algo de este género arquitectónico las preciosas cúpulas de la catedral de Zamora, de la vieja de Salamanca y de la colegiata de Toro.

Marchando hacia el N., desde Tracia y Armenia, primero a Cherson y sucesivamente a Kieff, Vladimir, Moscow, Novogorod y San Petersburgo, fue naciendo la Arquitectura rusa con las mismas naves de sus iglesias y las cúpulas bulbosas que las coronan sobre elevados tambores, y en ella puede decirse que vive todavía en país cristiano la Arquitectura bizantina.

Volver a ARQUITECTURA – Inicio