Ideas religiosas de los árabes del Yemen

Aunque los únicos datos precisos sobre religión del Yemen los han suministrado las inscripciones, se sabe que en el fondo la religión de los sábeos, que habitaban ese país, era astronómica y solar; de ellos ha venido el nombre de sabeismo, dado al culto prestado a los cuerpos celestes.

Era una religión solar o sea monoteísta, siendo los dioses secundarios como atributos o manifestaciones personificadas del dios supremo y único. Este era Il, el ser absoluto, y con en nombre de Il-Maxah (el dios que otorga) fue objeto de un culto muy extendido, y era el dios nacional o sea el que tenía templos en mayor número de localidades, estando el santuario más importante en la capital Mariab.

En su forma material y visible el Sol estaba representado por la diosa Shasus, la cual fue también adorada por los caldeos. La Luna estaba personificada por un dios llamado Sin. En cuanto a los demás sobrenombres, atributos o manifestaciones personificadas del dios único, se conocen las siguientes: Bil, el Señor; Rahman, el Misericordioso; Yathaa, el Salvador; Haubas, el Luminoso; Samah, el Alto; Kulal, el Perfecto; Simdan, el Poderoso; Dhamar, el Protector; Dhu-Samauí, el Señor de los cielos: este último corresponde exactamente al Baalsasnin de la Fenicia.

Los santuarios locales de estos dioses o conceptos del dios, dieron por resultado una especie de feudalismo religioso y el nacimiento de divinidades secundarias, lo cual produce cierta confusión en las inscripciones.

Como el cielo de la Arabia a diferencia del de Babilonia ofrece con más esplendor la maravillosa armonía de las estrellas y en la vegetación del país ejerce más in fluencia el Sol, los sabeos relacionaban todos los fenómenos de la naturaleza con los astros, lo cual justifica los anteriores epítetos. A esos diferentes dioses correspondían otras tantas diosas o formas femeninas de la divinidad que recibía el nombre de Scams.

Como ya queda indicado, además de este gran culto al Sol, adoraban también los demás cuerpos celestes, así por ejemplo, la Luna era un dios masculino.

Se desconocen los nombres con que habían personificado en su Panteón a los cinco planetas y a las constelaciones; en cambio se sabe el de algunas estrellas fijas: como Aldebaran, (el ojo del Toro), Sohall (Canopus) y Scaari-Lobur (Sirius).

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